Con apenas el resultado preliminar del peritaje de la empresa noruega Det Norske Veritas (DNV) sobre la mesa –el cual apunta a la responsabilidad de Carso Infraestructura y Construcción, S.A. (CICSA) por una falla estructural que provocó el desplome del tramo de la Línea 12–, el presidente Andrés Manuel López Obrador buscó un acuerdo con el hombre más rico del país y dueño de la compañía, Carlos Slim Helú, en Palacio Nacional y a puerta cerrada.
Es uno más de los que han establecido desde que López Obrador era jefe de Gobierno de la Ciudad de México. Ahora Carso es una de las empresas participantes en los proyectos de infraestructura y energía del interés del presidente de la República.