Un familiar de uno de los detenidos acusados de la masacre de Reynosa, que estaba reportado como desaparecido, y otro familiar de una activista de un colectivo de búsqueda, que había dado a conocer la ficha de desaparición, sufrieron en los últimos días detenciones arbitrarias que estarían vinculadas al caso.
Según una denuncia del Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo presentada ante la Comisión de Derechos Humanos (CNDH), ambos estuvieron privados de su libertad durante varias horas, el primero el domingo y el segundo el jueves.