A tres años de su contundente victoria, con 53 por ciento de los votos, el Presidente Andrés Manuel López Obrador se ufanó de acumular un mayor respaldo de los mexicanos que hace treinta meses y, con base en su propia encuesta, perfiló que arrasará en la consulta de revocación de mandato de marzo del próximo año: El 72 por ciento lo avala y sólo 22.7 por ciento quiere que renuncie.
“Estamos bien calificados”, expresó, muy sonriente, el Presidente de México ante su gabinete, que también enalteció, con la presencia de Rogelio Ramírez de la O, perfilado como sustituto de Arturo Herrera en la Secretaría de Hacienda, ausente a su vez, en la ceremonia celebrada bajo un toldo en Palacio Nacional.
Después de dos años y medio de Gobierno, prácticamente la mitad de su sexenio que por primera vez en la historia culminará el septiembre de 2024, y las elecciones intermedias en las que se proclamó ganador, López Obrador pareció tender puentes a la oposición cuando discrepó de Benito Juárez, quien dijo que “los reaccionarios también son mexicanos”.