El 11 de junio, cuando el subsecretario de Salud encargado de la estrategia contra el COVID-19 en el país, Hugo López-Gatell, daba su última conferencia vespertina para informar sobre la situación de la pandemia, México estaba por alcanzar el medio millón de muertes a causa de la pandemia.
Ese día fue despedido por un grupo de sus seguidores con flores y música afuera de Palacio Nacional. Habían sido 15 meses de encabezar la conferencia.
En una de ellas, en abril previó que “el peor escenario” de la pandemia en el país sería tener 60 mil fallecimientos, pero esa cifra se alcanzó apenas cuatro meses después de su declaración, en agosto de ese año y siguió en aumento.