El general secretario de la Defensa Nacional (Sedena), Luis Cresencio Sandoval González se deslindó de la masacre de Allende, registrada en marzo de 2011 en el estado de Coahuila y que dejó un saldo de más de 300 muertos y decenas de desparecidos, argumentando que no tenía responsabilidad operativa en la guarnición de Piedras Negras sino administrativa.
Además, reveló que, en el momento de la tragedia, se encontraba coordinando las acciones para sofocar un incendio en el área de Acuña y Múzquiz, y para justificar la inacción del Ejército en el momento de la tragedia, dijo que el Ejército “no podía participar” en el ámbito de la seguridad pública.