Cinco años después del descubrimiento del sitio, el gobierno de México aceptó la existencia de un centro de exterminio de personas en la zona conocida como La Bartolina, Tamaulipas, de donde ha recolectado media tonelada de huesos calcinados.
La titular de la Comisión Nacional de Búsqueda (CNB), Karla Quintana Osuna, informó que las Fiscalías federal y estatal han trabajado durante cinco años en el procesamiento del terreno, ubicado en Matamoros, a unos 12 kilómetros de Brownsville, Texas, Estados Unidos.