En marzo de 2019 una agencia de inteligencia del reino de Marruecos ingresó, en una plataforma del spyware Pegasus, el número de uno de los dos teléfonos que Emmanuel Macron, presidente de Francia, utiliza regularmente desde 2017, lo que pudo implicar una tentativa de hackeo del dispositivo.
En caso de haberse instalado Pegasus en el celular –algo imposible de probar hasta el momento--, la agencia marroquí hubiera tenido acceso a prácticamente toda la vida privada del jefe de Estado, pudiendo consultar su agenda, sus mensajes de texto, sus correos –potencialmente confidenciales-- y sus llamadas telefónicas. También habría tenido la oportunidad de prender el micrófono o activar la cámara para sacar una fotografía.