La actuación de la Fiscalía General de la República, dependencia a cargo de Alejandro Gertz Manero, ha sido de nueva cuenta cuestionada, en esta ocasión por el papel que ha desempeñado en el caso Pegasus, ante el cual ha reconocido desconocer quiénes son los responsables del espionaje ni saber dónde están los contratos correspondientes.
El aluvión de información que ha surgido en los últimos días sobre el espionaje instaurado desde el Gobierno de Enrique Peña Nieto a miles de objetivos con el software Pegasus parece no tener resonancia en la Fiscalía General de la República (FGR), que el día de ayer reconoció no saber quién es el responsable, ni dónde están los contratos suscritos entre la empresa israelí NSO Group y las entidades del Gobierno, a la par que admitió apenas haber realizado un cateo a la empresa operadora del sistema espía cuyo dueño se escapó hace más de dos años.
La reacción de la institución encargada de investigar y perseguir los delitos del orden federal se da luego de que la revista Proceso y el sitio Aristegui Noticias, ambos medios en la lista de objetivos del spyware Pegasus, revelaran que el espionaje implementado en el sexenio de Peña Nieto habría sido mayor al conocido en 2017 ya que abarcó a más de 15 mil personas, de las cuales 25 son periodistas. De hecho, salvo Carme Aristegui, ningún periodista espiado ha reportado que le fueran recogidos o inspeccionados sus celulares u otros equipos