Al menos seis dependencias a nivel federal y 14 gobiernos estatales han tenido vínculos con empresas que comercializan softwares de espionaje, de acuerdo con lo documentado por organizaciones nacionales e internacionales.
El espionaje es un negocio que se ha vuelto una práctica cada vez más común en los gobiernos de todo el mundo, incluyendo México, que en nombre de la seguridad, ha hecho uso de softwares para vigilar a políticos opositores, activistas y periodistas, como han documentado desde hace décadas organizaciones como WikiLeaks y Forbidden Stories, así como el laboratorio interdisciplinario Citizen Lab.
Los siete softwares de los que se tiene evidencia que han sido contratados por gobiernos federales y estatales mexicanos, según lo documentado por organizaciones, son FinFisher, Galileo y DaVinci (de la empresa Hacking Team); y Geomatrix, Narus, Verint y Pegasus (este último de la firma NSO Group).