En las primeras semanas de julio, el Presidente López Obrador anunció que se pondría un tope a los precios del gas LP, en su versión estacionaria y de cilindro, como una medida extraordinaria debido a que no se había podido controlar el comportamiento de éste y desde el primer año de la pandemia se colocó por encima de la inflación.
El presidente del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), Julio Santaella, mostró que el precio del gas LP, uno de los energéticos más usado en los hogares mexicanos, fue el principal contribuyente para que la inflación de la primera quincena de agosto se redujera un 0.02 por ciento.
De acuerdo con el informe sobre el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC), el insumo tuvo una variación quincenal de (-) 15.06 por ciento, lo que significó una incidencia de (-) 0.391 puntos sobre la inflación general.