En vísperas de que se dé a conocer el informe final del peritaje de la empresa noruega DNV sobre la caída de una trabe metálica del tramo elevado de la Línea 12 del Metro –está programado para este lunes 23–, sobrevivientes de la tragedia relatan cómo era su vida antes de las 22:22 horas del 3 de mayo, el terror que experimentaron y los problemas que enfrentan desde hace casi cuatro meses para atender su salud física y mental ante la burocracia del gobierno de Claudia Sheinbaum.
Pocos confían en que las autoridades de la Ciudad de México harán justicia y castigarán a los verdaderos responsables. Mientras escuchan promesas falsas, nadie está seguro de que su calidad de vida y salud algún día sea la misma que antes de pagar cinco pesos para usar la Línea Dorada.