El segundo dictamen técnico de la firma noruega DNV confirma que, durante el gobierno de Marcelo Ebrard en la Ciudad de México, el viaducto elevado de la Línea 12 en Tláhuac estuvo mal diseñado, mal supervisado y mal construido por CICSA, del Grupo Carso, y por la constructora ICA.
Luego de cuatro meses de investigaciones en torno a las causas del desplome del tramo elevado de la Línea 12 entre las estaciones Olivos y Tezonco, en sus columnas 12 y 13, la compañía DNV descartó que factores geológicos –como pudiera ser la actividad sísmica– hayan sido un factor determinante en el colapso de esa estructura construida por el consorcio.