Dos camionetas, una Chevrolet Silverado y otra Toyota Sequoya, circulan a toda velocidad por una brecha ubicada entre Camargo y Gustavo Díaz Ordaz, en la frontera chica de Tamaulipas, a escasos kilómetros de EU.
En la troca de una de ellas, aterrorizados, hay un puñado de migrantes, casi todos guatemaltecos. Detrás, pisándoles los talones, un convoy de policías formado por un pick-up de la secretaría de Seguridad del Estado, tres blindados de los GOPES (Grupo de Operaciones Especiales) conocidos como Mamba Negra y otros dos pick up. Los agentes hacen uso de sus armas y alguno de los perseguidos alcanza a llamar a sus familiares: “nos están disparando”, relatan.