El intento de las autoridades mexicanas para contener a miles de migrantes en la frontera sur con Guatemala ha creado un gran dolor de cabeza humanitario para el presidente Andrés Manuel López Obrador, que no ha logrado impedir que muchos vayan en masa al confín norte con Estados Unidos.
Desesperados por trabajar, huyendo de la pobreza o la violencia de sus naciones, centroamericanos, haitianos y sudamericanos siguen atrapados en el limbo en la sureña ciudad Tapachula, estado Chiapas, donde han protagonizado protestas y repetidos intentos por emprender caravanas de migrantes.