En Veracruz fueron detenidos recientemente varios perredistas que llegaron a ser legisladores, funcionarios o dirigentes de su partido. Se les acusa de delitos como extorsión, coacción, amenazas, secuestro, abuso de autoridad y hasta homicidio. Sus correligionarios y algunos diputados panistas los defienden y atribuyen al gobierno del morenista Cuitláhuac García actos de “persecución política”, en tanto que el mandatario asegura que esas prácticas son cosa del pasado y señala a la prensa de no informar adecuadamente.
Con vestido naranja y esposada de las manos, la exdiputada federal del PRD Norma Azucena Rodríguez Zamora fue sacada de “la perrera” –como se conoce a la camioneta del Centro de Readaptación Social de Pacho Viejo– el miércoles pasado para acudir a la sala de juicios orales, donde se le dictó su vinculación a proceso por el homicidio de su exmarido, el también exlegislador perredista Nicanor Martínez Holguín.
El crimen ocurrió el 1 de julio pasado, cuando Martínez ya militaba en Morena y era candidato suplente a la alcaldía de Tihuatlán, en el norte de Veracruz.