Las madres y padres de los 43 normalistas de Ayotzinapa criticaron las «reticencias» del gobierno para investigar de manera exhaustiva a los elementos del ejército adscritos al 27 batallón de infantería, señalados de participar en la desaparición de los estudiantes el 26 de septiembre de 2014.
En el séptimo aniversario de la desaparición de los normalistas, los padres recordaron que «existen pruebas objetivas» contra el ejército que establecen que los militares dieron seguimiento a los estudiantes desde su llegada a Iguala, Guerrero, y patrullaron los lugares donde los agredieron e hicieron contacto con ellos.
Además, señalaron, «existen vínculos orgánicos de militares del 27 Batallón con el grupo delictivo Guerreros Unidos y un testigo declaró formalmente en sede ministerial y judicial que al menos 25 estudiantes fueron ingresados al 27 batallón de infantería, interrogados, algunos asesinados y posteriormente entregados a un grupo delictivo».