Frida Yoatsi Flores Navarro, de 19 años, no le dijo a su madre que aquel día tenía una cita en Sabinas Hidalgo, Nuevo León. Si lo hubiese hecho probablemente no se lo hubiera permitido. Aunque ambas son originarias de este municipio, llevaban dos años residiendo en Apodaca, pegado a Monterrey.
“No quiero que vuelvas porque está bien feo”, le había dicho días atrás Érika Navarro. Pero la hija no le hizo caso. El 29 de agosto quedó con una amiga, almorzó en un restaurante llamado Mochomos y luego se subió en una camioneta que manejaba una mujer. Fue la última vez que se tuvo noticias de ella.