Los hermanos Érick y Verónica Razo Casales llevan en prisión más de una década. El 8 de junio de 2011 fueron detenidos por la extinta Policía Federal en Ciudad de México y acusados de crimen organizado y de planificar un secuestro.
Tras su arresto denunciaron haber sido víctimas de tortura y su proceso ha estado marcado por diversas irregularidades, según la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos (CMDPDH), que los acompaña.