A sus 92 años, que cumplió en marzo, ya sólo gobierna cuatro estados, con un alto riesgo de perder dos en 2022: Oaxaca e Hidalgo. Y de perder los otros dos, Estado de México y Coahuila, en 2023 —cuando cumpla 94 años de su fundación—, en la antesala de la elección federal de 2024.
Hace apenas 22 años, más de la mitad del país estaba bajo control del Partido Revolucionario Institucional (PRI), la institución de mayor poder en la historia del país que en ese entonces tenía la Presidencia y gobernaba 20 entidades, de esas, a la fecha dos de ellas siguen sin conocer la transición: Estado de México e Hidalgo.