Desde 1993, cada 25 de noviembre, las mujeres en el mundo exigen la eliminación de todo tipo de violencia en su contra por motivos de género. Aunque el tipo más letal es el feminicidio, la vida de las mujeres está rodeada de muchas otras que afectan desde su vida laboral, digital, su economía y hasta su tiempo de disfrute y descanso, problemas que se agravaron con la pandemia.
En la economía, el hogar, el trabajo, las redes sociales o la calle. En todas estas áreas, las mujeres enfrentan un rastro de violencia que se traduce en un trabajo mal pagado, desempleo, labores de cuidado no reconocidas ni remuneradas, acoso, difusión de fotografías íntimas y sí, el feminicidio.
Las cifras oficiales muestran cómo han ido al alza los diferentes indicadores de violencia de género. Por ejemplo, en el último año, de todos los delitos de los que se tiene registro en la línea de emergencia del 911, el 1.8 por ciento fueron por casos de violencia contra la mujer; el 1.63 por ciento, por violencia de pareja y el 4.38 por ciento por violencia familiar, según los datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).