Entre 2016 y 2020, el número de fiscales y agentes del Ministerio Público aumentó 23%, lo cual generó una disminución del 12.6% de la carga de trabajo de las diferentes fiscalías en el país.
Sin embargo, esta mejoría -se pasó de 8.4 fiscales por cada 100 mil habitantes a 10.4- no se ha visto traducida en resultados positivos en el combate a la impunidad, de acuerdo con el Índice Estatal de Desarrollo de Procuradurías y Fiscalías 2021, elaborado por la organización civil Impunidad Cero.