La falta de atribuciones claras y la concentración de poder de la Guardia Nacional, así como el riesgo que corre la información genética en manos de una corporación de carácter castrense, son algunos de los cuestionamientos que han surgido tras la licitación de un software para manejar la base de datos genética que heredó de la Policía Federal. En tanto, la Comisión Nacional de Búsqueda pide centralizar los datos en una sola base, no “atomizar” repitiendo errores del pasado.
La Guardia Nacional tiene otra nueva función en el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador: mantener una base de datos genética para la búsqueda de personas desaparecidas.
A pesar de los llamados desde la Comisión Nacional de Búsqueda para que exista una única base, que le toca crear a la Fiscalía General de la República (FGR), la Guardia Nacional (GN) adquirió, en octubre pasado, un software para administrar y seguir alimentando la base de datos genética que heredó de la División Científica de la extinta Policía Federal (PF).