Zaira cuenta que despertó sobresaltada en mitad de la noche cuando escuchó vibrar el teléfono celular y vio un número desconocido en la pantalla.
Era la madrugada del jueves 4 de noviembre del año pasado.
“Dejé a tu hermano en un cerro -le avisó una voz al otro lado de la llamada-. No aguantó la caminada y no voy a esperarlo más”.
El número telefónico era del coyote que Tadeo Salvador Nieves Muñoz había contratado para que lo cruzara a Estados Unidos por el paso de Ojinaga, en Chihuahua.