Carlos Slim Helú, Ricardo Salinas Pliego y Carlos Hank González, los tres magnates mexicanos que el presidente Andrés Manuel López Obrador destacó el pasado 13 de enero como posibles compradores de Banamex, representan la oligarquía que nació con negocios al amparo del poder y creció con favoritismos y vínculos privilegiados con los presidentes en turno.
El grupo empresarial de Slim tiene pendiente el colapso de la Línea 12 del Metro de la Ciudad de México; el de Salinas Pliego debe 39 mil 470 millones de pesos al Servicio de Administración Tributaria (SAT) y aclaraciones sobre su participación en la operación de Grupo Fertinal; y el de Hank arrastra las acusaciones de corrupción sobre su familia paterna y sus vínculos con el PRI de antaño.