Da lo mismo, Procuraduría o Fiscalía: el nombre no hizo la diferencia. Esas 346 denuncias por tortura tuvieron averiguaciones previas o carpetas de investigación, y ya. Se guardaron. No hubo investigaciones. Muchas veces ni siquiera entrevistaron a los presuntos responsables, y es más: ni intentaron buscarlos.
La Fiscalía General de la República (FGR) dejó en el olvido denuncias por tortura que involucran a autoridades en por lo menos los últimos 10 años, así lo confirman 19 sentencias emitidas por juzgados y tribunales colegiados federales.
Estos fallos involucran a la Fiscalía General, las fiscalías especiales y los ministerios públicos porque no investigaron con la debida diligencia, ni en los plazos correspondientes, lo cual, fue en detrimento de las personas sobrevivientes a estos tratos, revela la misma información.