Personal de la CNDH agredió recientemente a Óscar Kabata, un joven víctima de tortura por militares. Ahora la dependencia busca que acepte un arreglo reparatorio, algo que él y su familia rechazan. La agresión se suma a meses de omisiones de las autoridades.
Óscar Kabata y su madre, Laura, mantienen desde hace 10 meses un plantón frente a las oficinas de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), en la avenida Industria Militar de la Ciudad de México, para exigir justicia porque hace 12 años el joven fue privado de la libertad y torturado por militares en Ciudad Juárez, Chihuahua.
Pero a la indiferencia de los militares, que no han cumplido la recomendación que acredita las violaciones a derechos humanos, se suma que recientemente personal de la CNDH insultó y golpeó a Óscar, lo que derivó en el despido de un coordinador general del organismo.