El colectivo de “Madres Buscadoras” de Sonora denunció que luego de la localización de “un campo de exterminio, con múltiples restos óseos calcinados y varias osamentas de muy poco tiempo” el pasado 22 de enero, sufrieron un atentado en el municipio de Santa Ana, al norte de Sonora, cuando se dirigían al lugar donde les habían informado que se encontraba el hijo de una de sus integrantes; no obstante, al avanzar, las buscadoras observaron que les habían puesto varias “ponchallantas” para evitar que siguieran, dijo en entrevista con Cimacnoticias, la vocera de Madres Buscadoras, Ceci Patricia Flores Armenta.
Ante el miedo de ser atacadas, el colectivo no pudo continuar su camino y Flores Armenta llamó en sus redes sociales a los tres niveles de gobierno para auxiliarla, y de nuevo pidió al gobernador de la entidad, Alfonso Durazo (con quien se reunió en enero pasado para exigir seguridad en las búsquedas) que las autoridades les garanticen su seguridad y sus derechos.