Durante su gestión al frente de la Fiscalía General del Estado de México, Alejandro Gómez Sánchez pasó por diversas polémicas, entre las que se encuentran la “masacre de Tlatlaya”, el incremento de delitos de alto impacto y la incursión de organizaciones del crimen organizado en esa entidad, los últimos dos, asuntos que quedan pendientes en materia de seguridad.
Alejandro Gómez Sánchez renunció la semana pasada a su cargo como Fiscal General de Justicia en el Estado de México, tras ocho años como titular en el cargo, periodo durante el cual la dependencia fue cuestionada por su actuar en caso como el de Tlatlaya, por la incursión de organizaciones criminales en territorio mexiquense, y por ser una de las entidades con los mayores índices en incidencia delictiva.
El 25 de mayo de 2014, Gómez Sánchez rindió protesta como titular de lo que fue la Procuraduría General de Justicia del Estado de México, ante el entonces Gobernador Eruviel Ávila, y en 2017, pasó a ser Fiscal luego de que en 2016 se aprobaron reformas para convertir la Procuraduría en una Fiscalía autónoma, cargo en el que estaría siete años, hasta 2024.