El Consejo Nacional de Fomento Educativo (Conafe), que atiende a los estudiantes que viven en las regiones más rezagadas del país, pagó 128 millones de pesos a empresas que ni siquiera fueron localizadas en su domicilio o no entregaron la totalidad de los productos requeridos como uniformes, materiales educativos y cubrebocas durante 2020.
Estos pagos irregulares representa 30% de los 425 millones de pesos revisados por la Auditoría Superior de la Federación (ASF) del presupuesto del programa “Educación inicial y básica comunitaria”, que tenía el objetivo de “contribuir a que las niñas, niños y adolescentes de localidades de alta y muy alta marginación o rezago social concluyan cada uno de los niveles de educación inicial y básica comunitaria. Así como garantizar apoyos económicos a las figuras educativas y útiles escolares a los alumnos”.