El caso de la niña me’phaa de 10 años embarazada tras una violación sexual y a la que se le negó la interrupción del embarazo en el hospital general de Chilpancingo, Raymundo Abarca Alarcón, cobró importancia nacional por la ausencia de una legislación que permita realizar estas prácticas médicas seguras, sobre todo cuando se trata de violencia sexual contra menores de edad.
Los familiares de la niña, originaria de Acatepec en la Montaña de Guerrero, tuvieron que recurrir ante el Ministerio Público (MP) para exponer y denunciar la desatención y, también, la criminalización y discriminación a la que fueron sometidos por parte del personal médico en el hospital más importante de la capital de Guerrero.