Fue una hora y media en la que legalmente no pasó nada, pero en la que en los hechos ocurrió de todo: interrupciones al momento de tomar la palabra, acusaciones de filtrar datos a la prensa, amagos con sentencias de varias décadas de cárcel, reclamos por intimidaciones y violación a la presunción de inocencia como respuesta, insinuaciones de sospechas y mano negra. Y mucho… mucho pleito y desorden.
No fue un inicio fácil. La primera audiencia en la que la Fiscalía General de la República (FGR) pretendía acusar a cuatro abogados presuntamente cercanos al exconsejero jurídico de la Presidencia Julio Scherer de múltiples delitos, entre ellos extorsión y lavado de dinero, terminó aplazándose una semana tras los señalamientos de los implicados sobre falta de tiempo para revisar el expediente.