Organizaciones y redes de América y Europa manifestaron su preocupación por «el clima de inseguridad y amenazas» en el Valle de Ocotlán, Oaxaca, por la operación ilegal del proyecto minero Cuzcatlán, filial de la canadiense Fortuna Silver Mines.
En un pronunciamiento, las organizaciones reprobaron que la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) notificara a la minera la autorización para renovar los permisos ambientales por otros 12 años de explotación comercial, a pesar de las denuncias por los asesinatos de defensores que se oponían a la mina, las obras irregulares, la contaminación del agua y el estrés hídrico en el que se encuentra el acuífero.