La desaparición de mujeres es un problema que esconde otros delitos. En muchos de los casos pueden pasar años para que se vuelva a saber sobre el paradero de las víctimas. Además, investigaciones y estudios señalan que detrás de este ilícito hay otro tipo de agresiones que van desde el feminicidio hasta la trata de personas.
Pasaron casi dos años para que la familia de Rubicela Gallegos Castillo, quien desapareció el 20 de julio de 2019, en el municipio de Tlalnepantla, Estado de México, tuvieran algún indicio del paradero de la mujer originaria de Monterrey, Nuevo León. El 14 de mayo de 2021, sus credenciales aparecieron entre los objetos que se localizaron en la casa Andrés Filomeno Mendoza Celis, también conocido como el feminicida de Atizapán, condenado con prisión vitalicia en días pasados.