Secuestradas por un grupo paramilitar, 37 personas del pueblo indígena tojolabal padecen desde hace casi tres meses la privación de su libertad, como resultado de los resabios de un cacicazgo político que durante 12 años mantuvo el control de un pueblo que finalmente se rebeló, en esta región de influencia del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).
En los últimos meses varios secuestros masivos han mantenido en vilo a los habitantes de Altamirano, inmerso en un conflicto político y víctima de grupos de choque y civiles armados que, acusan, están vinculados o al servicio de políticos que intentan perpetuarse como autoridades locales.