Acompañado por su madre, Gilda Margarita Austin Solís y mientras “vapeaba” tranquilamente en una sala de audiencias del Reclusorio Norte, el exdirector de Pemex, Emilio Ricardo Lozoya Austin, perdió la posibilidad de recuperar su libertad mediante un acuerdo reparatorio que su defensa le había presentado a Petróleos Mexicanos (Pemex).
La derrota de Lozoya hijo ocurrió a la vista de los reporteros que previamente habían leído en el diario Reforma la información de que el extitular de Pemex durante el gobierno del expresidente Enrique Peña Nieto había logrado un acuerdo con la petrolera gubernamental para que se le otorgara una suspensión condicional del proceso, a cambio de que Emilio Lozoya pagara 10.7 millones de dólares, equivalentes a más de 220 millones de pesos, a Petróleos Mexicanos.