De norte a sur, la italiana Enel opera 17 proyectos renovables desde que llegó a México hace casi dos décadas, de los cuales nueve son de autoabastecimiento, un mecanismo señalado por la CFE como “un atraco” e “ilegal”. Esta empresa, además de ser acusada de haber tenido a un “cabildero” en la Cámara de Diputados durante la discusión de la Reforma Eléctrica, también se amparó contra la Ley de la Industria Eléctrica, algo que la eléctrica ha negado.
La empresa italiana energética Enel Green Power, que esta semana fue acusada de contar con un “cabildero” en la Cámara de Diputados durante la discusión de comisiones de la Reforma Eléctrica, ha sido señalada por el director de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), Manuel Bartlett Díaz, de “violar la ley” por beneficiarse con el mecanismo de autoabastecimiento y fue una de las compañías que se amparó contra la Ley de la Industria Eléctrica, por lo que el Presidente Andrés Manuel López Obrador dijo hace unos meses que mandaría una nota diplomática al Gobierno italiano.
Enel se privatizó en 1999, pero conserva como principal accionista al Estado italiano. Su sitio oficial dice que llegó a México en 2008, antes de la Reforma Energética peñista, pero los permisos de la Comisión Reguladora de Energía (CRE) la sitúan desde el 2003 con la hidroeléctrica Las Trojes en Jalisco.