El gobierno mexicano desmanteló una unidad especializada que colaboraba de manera cercana con agentes antidrogas de Estados Unidos, lo que plantea dudas sobre el estado actual de la cooperación bilateral y la confianza entre ambos gobiernos para tratar con información sensible.
El 21 de abril, el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador confirmó que su gobierno disolvió “hace más de un año” una Unidad de Investigaciones Especiales (SIU por sus iniciales en inglés) que trabajaba en conjunto con la Administración para el Control de Drogas de Estados Unidos (DEA por sus iniciales en inglés) para desmantelar redes criminales.
Las declaraciones se dieron unos días después de que la agencia Reuters publicara un reportaje informando sobre el hecho. Antes de esa fecha, el ejecutivo mexicano no había hecho pública esta decisión.