A pesar de que desde al menos 2016 se han emitido recomendaciones generales y se han publicado numerosos informes por violaciones graves a derechos humanos, la situación en las cárceles mexicanas continúa siendo igual de grave en la actualidad que hace seis años, pues persisten problemas como la existencia de autogobierno, extorsiones, hacinamiento, mala calidad de los alimentos, y falta de higiene.
Además, a estos problemas añejos hay que sumarle que, en la actualidad, se está produciendo un uso “excesivo” de la prisión preventiva oficiosa, misma que, “lejos de lograr una disminución en los altos índices de violencia, solo genera la sobrepoblación de las cárceles mexicanas”.