El 28 de abril se cumplirán 10 años del asesinato de la periodista Regina Martínez Pérez, quien durante 12 años y hasta el momento en que fue privada de la vida fue corresponsal de Proceso en Veracruz, el estado donde nació.
Con su muerte se pretendió silenciar a una periodista íntegra, profesional y crítica, cuya labor contribuyó decisivamente para difundir el ejercicio del poder en Veracruz. Así quedó plasmado en las páginas de este medio y de muchos otros que han retomado su vida y las denuncias de violaciones a derechos humanos y corrupción que investigó y publicó.