Hace casi tres años, el gobierno federal declaró desierta una licitación para elegir el constructor de una emblemática refinería asegurando que las ofertas puestas sobre la mesa eran costosas y no cubrían los requerimientos para el país.
Entonces, el presidente Andrés Manuel López Obrador y su secretaria de Energía, Rocío Nahle, afirmaron que las empresas invitadas habían duplicado el monto estimado de 8,000 millones de dólares para levantar el complejo en Dos Bocas, y que excedieron el plazo límite de 2022 para entregarla.