Las recientes vacaciones de Semana Santa exhibieron la complicada situación que padecen los pequeños empresarios del ramo restaurantero en Morelos. Todos los locales de los lugares más concurridos, como Temixco o los que se encuentran en los alrededores de la Laguna de Tequesquitengo pagaron a la delincuencia organizada 10% de sus ingresos generados en los días de asueto.
“Estamos a merced de ellos, aquí no hay autoridad. El gobernador Cuauhtémoc Blanco anda en lo suyo y los propios policías estatales y municipales les tienen miedo (a los criminales). Ni modo, no hay de otra: o pagamos o nos matan”, denuncia “Roberto”, una persona que así pidió ser identificada y quien es propietaria de una palapa en Tequesquitengo.