Justo ahora que termina la “etapa pandémica” del covid-19, al disminuir drásticamente el número de contagios, el Instituto Nacional de Salud para el Bienestar (Insabi) comienza a despedir a su personal médico y de enfermería que labora con contratos temporales y que, debido a los bajos salarios, tiene otro trabajo en el mismo sector salud.
A través de un oficio emitido el pasado 20 de abril, el Insabi, cuyo director general es el tabasqueño Juan Antonio Ferrer Aguilar, muy cercano al presidente Andrés Manuel López Obrador, dio la orden de ya no volver a contratar al personal de la institución que tenga otro empleo en centros de salud en “los niveles federal, estatal o municipal”.