¡El Bajío no se vende, el bajío no se va, el bajío se defiende, con mucha dignidad! —gritaban este 17 de mayo un grupo de personas en el centro de Londres, Inglaterra, a las nueve con treinta minutos de la mañana. Protestaban frente al edificio donde la minera Fresnillo PLC llevaría su junta anual de accionistas. La minera, propiedad de Alejandro Bailleres, es la primera empresa mexicana listada en la Bolsa de Valores de Londres.
Fresnillo PLC es la dueña de la Minera Penmont, que desde 2014 está obligada por 67 sentencias a devolver a los habitantes de El Bajío, en Sonora, el oro que extrajo ilegalmente de sus tierras. La empresa también está obligada a restituir la tierra a su estado natural, pagar rentas a los ejidatarios por el tiempo que las explotó, y a reparar el costo ambiental de sus actividades. A pesar de las sentencias, el tribunal agrario, de nivel federal, ha sido incapaz de ejecturar las sentencias a favor de los ejidatarios, permitiendo que la minera permanezca impune.