La manifestación de impacto ambiental (MIA) del Tren Maya del tramo de Playa de Carmen a Tulum, indica que no habrá efectos significativos, ya que “es viable en términos ambientales y legales”, y sus potenciales impactos podrán ser mitigados. Precisa que se hará cambio de uso de suelo en 485 hectáreas de selva (entre original y perturbada) y que se prevén impactos relacionados con el agua, además de que hay riesgo de contaminación del subsuelo.
Se trata del tramo en el cual la suspensión de las obras fue ratificada la semana pasada por el juzgado primero de distrito con sede en Mérida, Yucatán, debido a que no cuenta con la autorización de la MIA. En este contexto Fonatur entregó ayer el documento, elaborado por Inecol y Conacyt, para su evaluación a Semarnat. El trámite deberá resolverse en 60 días hábiles, aunque puede ampliarse a 120, y aún sigue pendiente la MIA del tramo 5 que va de Cancún a Playa del Carmen.