El plan gubernamental de un sistema ferroviario de pasajeros que conviva con el existente de carga es viable, si el Gobierno federal se sienta a modificar los contratos de concesión dados en los noventa por la administración de Ernesto Zedillo para acordar operantes y subsidios.
El Presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que “está procurando restablecer” alrededor de dos mil 700 kilómetros del sistema de trenes para pasajeros en el sureste, centro y norte de México, el cual surgió en el siglo XIX-XX, pero, aseguró, fue “acabado” por la “corrupción de los tecnócratas” en los noventa, por lo que propuso llegar a acuerdos con las empresas concesionadas, particularmente las dominantes en ferrocarriles de carga: Grupo México y Kansas City Southern.
Como proyecto para los siguientes gobiernos, encargó, quedará el Tren de Ciudad de México-Querétaro-Guanajuato, otro en San Luis Potosí hacia el norte, y uno más, el Tren del Pacífico, de Guadalajara hacia la frontera con Baja California-Estados Unidos.