Hasta Alejandro Moreno Cárdenas, en los últimos seis años, presidente del PRI que pierde elecciones, renuncia al partido. El apodado Alito se niega a retirarse de la dirigencia nacional tricolor, y el partido de institucional ya no tiene nada. Después de una encerrona con ex líderes de ese instituto político y coordinadores parlamentarios, refirió como buen derrotado estoico: se va el 19 de agosto de 2023, “ni un día antes, ni un día después”.
Su justificación es que fue electo para un periodo de cuatro años, y que es, además, parte integral de un plan a futuro con la alianza Va por México, también derrotada, que incluye al Partido Acción Nacional y al Partido de la Revolución Democrática.