López Obrador señaló que las autoridades locales protegieron a José Noriel Portillo Gil y, aunque había orden de aprehensión en su contra, él actuaba con absoluta libertad y participaba en política, pero como ayudaba a los partidos conservadores, tenía protección o actuaba con tolerancia.
El presidente Andrés Manuel López Obrador acusó a sacerdotes y autoridades del estado de Chihuahua de encubrir los crímenes de José Noriel Portillo Gil, "El Chueco", argumentando que el líder de una facción del cártel de Sinaloa “ayudaba a los partidos conservadores”, el delincuente “tenía protección o actuaba con tolerancia”.
Incluso, exigió a la jerarquía católica en México que hablen con la verdad y que “tengan cuidado con la politiquería”.