Hace 17 años, la madrugada del 22 de febrero de 2005, Irma Rafael Esquivel, en ese entonces de 25 años, fue golpeada por su entonces pareja quien la tiró de la cama, la tomó del cabello y la arrastró rumbo a una barranca colindante a la casa en donde vivían en el municipio de Ixtlahuaca, en el Estado de México. Irma estaba embarazada, a días de tener a su tercer hijo.
Zenaida, la madre de Irma, cuenta que ya en la barranca la expareja de su hija la golpeó, se subió en ella y siguió agrediéndola. A raíz de ello le hizo perder al niño, argumentando que “él no quería ese engendro” porque, de acuerdo con Zenaida, toda su familia le había llenado la cabeza con ideas de que Irma, con quien ya tenía dos hijos -un niño de 4 años y una niña de 3 años-, lo engañaba.