Los familiares de personas desaparecidas en la franja fronteriza de Michoacán con Jalisco, conocida como “Corredor de la muerte”, aseguran que ya no buscan justicia o a los responsables de lo que ocurrió a sus seres queridos: solamente quieren encontrar sus cuerpos.
Las alertas se encendieron en la región Lerma-Chapala el pasado 17 de junio, al igual que la esperanza de familias de hallar a sus desaparecidos. Ese día, personal de la Fiscalía General de Michoacán (FGE) confirmó el hallazgo de los primeros restos humanos enterrados en un predio conocido como Los Negritos.