Eric Andrade Ramírez, pasante de medicina de 24 años, fue asesinado el viernes pasado, 15 de julio, mientras atendía a dos pacientes en una clínica de Pueblo Nuevo, en el estado de Durango. Esto no es un hecho aislado, dicen estudiantes de medicina en servicio social de diferentes estados, quienes han vivido violencias y luchan ahora por integrar un movimiento nacional que las visibilice y genere una mejora en las condiciones en las que realizan sus pasantías.
“Queremos que la población sepa que el caso del compañero Eric no es un caso aislado. Solo que es muy difícil denunciar. Hay miedo a los grupos criminales, pero también a las autoridades porque nos amenazan con que no nos vamos a titular. Hasta de reportar acoso de pobladores o de los pacientes hay temor, porque después si no te mueven del lugar, te quedas en mucho riesgo”, dice una pasante de Durango, que prefiere que no se haga público su nombre.